Machete, de Robert Rodríguez.
Machete es la primera película de una posible trilogía, con la que Robert Rodríguez abrirá los ojos de los espectadores llenándolos de imágenes grotescas, alarmantes y sobretodo sangrientas. En este film Rodríguez rememora ese cine violento de los años 80´s, donde el mal gusto prevalece en imágenes despertando ese espectador morboso, curioso, ansioso y deseoso de violencia.
Machete, estrenada en Estados Unidos desde el pasado mes septiembre, llega a Colombia mostrando un cine violento, con una historia fantasiosa casi sacada de un cómic, donde Machete, personaje principal interpretado por Danny Trejo un viejo de 66 años, traza un plan vengativo por una traición o trampa que le costó la vida de sus familiares.
De nuevo Rodríguez incursiona el cine de serie B, donde seguramente prevalecen las imágenes a la historia misma. Donde rondan actores en decadencia como Trejo y en cierto modo hasta el mismo Robert de Niro. Sin embargo no es un cine del todo B, más bien sería algo como C o algo desconocido, más bien la fórmula utilizada por el binomio Rodríguez-Tarantino que saca e esquemas a un film que avanza hacia lo bizarro, aunque sea de presupuesto para una película tipo A.
Machete no sólo se gastó 20 millones de dólares, sino que cuenta con actores y personajes reconocidos en su reparto como Jesika Alba, Steven Segal, Linsay Lohan, Trejos y de Niro. Es una película que recapitula los saltos malabarezcos y esquiva balas de El Desperado y resalta imágenes previas al acto de una película de porno o triple X(escena en piscina entre Lohan, Rachel Marek y Trejo)
Así pues, temas como la religiosidad, el sexo, la venganza, la muerte, la droga y la inmigración, hacen de Machete un film hipertextual bañado por una salsa de sangre y acompañado de cuchillos, machetes, balas y armas; además de humor al gusto para ser degustado por espectadores hambrientos.
Es decir, que Troublemaker de la mano de Rodriguez expresa a boca abierta y llena lo que dice April (interpretado por Linsay Lohan), cuando su padre le reprocha por tener fotografías obscenas en una página web, “el público me quiere a mí y así”. Eso es lo que queremos ver todos de cine bizarro y grotesco de Rodríguez servido con finas hierbas y en vajilla de plata.
Machete no se gastó 200 millones como otras películas, pero su director tiene también la magia de hacer películas de 7 mil dólares como El Mariachi y sacarle rentabilidad como cualquier superproducción hollywoodense.
Rodríguez no solo puso el machete en la llaga mostrando imágenes que a todos nos gusta ver, sino que la película que nació como un falso tráiler en Grindhouse, tiene una temática que es centro de polémica actual y es nada más que el de la inmigración.
A este director no le importa herir susceptibilidades con imágenes que parecen salidas de un video juego, sino que también coloca en tela de juicio la moralidad política en temas como el de ingreso ilegal a los Estados Unidos.
Ver machete me trae a la memoria una película del 2004 llamada Un día sin los mexicanos de Sergio Arau, donde el tema de los inmigrantes en los Estados Unidos, tiene un tratamiento dirigido mas a suscitar la sensibilidad y el buen trato hacia estas personas. En cambio Rodríguez es más tosco, satírico y fuerte, además produce una película no solo fuerte en sus imágenes, sino en la temática misma.
Este tema no es desconocido para él, ya que nació en Texas, específicamente en San Antonio, donde la inmigración es evidente y clara, por ser ruta al interior de los Estados Unidos. El tratamiento es claro, es denunciante y alegórico. Rodríguez se basa en la historia de venganza de Machete para soportar una denuncia clara o más bien un punto de vista frente a la problemática. Muestra dos perfiles; el del inmigrante y el del ciudadano estadounidense, se burla de las costumbres y errores de ambos aunque al final ganan los inmigrantes.
“No sé porque no queremos que entren a nuestro país, si los metemos en nuestras cocinas, jardines y casas” dice un personaje durante la película. Mostrando aún más una intencionalidad de perspectiva clara. Rodríguez expresa lo que quiere ver su público y obviamente lo que él quiere. Así a muchos les parezca grotesco y de mal gusto. Su cine ambientado por vísceras y sangre que sale a chorros de las heridas, abre otras más grandes por la temática, pero a pesar de ser “su tierra”, la película sale, se estrena y ahora goza de buena acogida como lo demuestran las taquillas
Una historia de venganza, hace de una película de serie B, una obra la cual hipertextualmente aborda temáticas actuales, un película que con mediano presupuesto hace cosas bien hechas de bajo presupuesto, y en conclusión una perfecta película que quedará en la memoria de muchos.
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