martes, 26 de noviembre de 2013

Nynphomaniac, navegando la mente ninfómana de Lars Von Trier

Sin duda Lars Von Trier es una de los cineastas europeos más reconocidos en la actualidad.  Cada película lanzada es sinónimo de ver miles de interesados en todo el mundo para disfrutar una nueva poesía de uno de los maestros de Dogma 95.
Nynphomaniac, su más reciente film ha generado diversas reacciones debido al lanzamiento del tráiler oficial, que por su lado impidió que compitiera el film oficialmente en el próximo Festival de Cannes, debido es que sólo compiten películas de extremos y rigurosos estrenos.

Éste es el tráiler oficial de Nynphomaniac:






Nynphomaiac, es una película de cinco horas y media y que Von trier ha dividido en dos partes.  Es la historia de una mujer que se autodenomina como ninfómana, que vive apasionadas escenas sexuales con diferentes hombres en especial con uno que le salvo la vida.
Película protagonizada por Charlotte Gainsbourg, Stellan Skarsgard, Shia LaBeouf, Christian Slater, Jamie Bell, Uma Thurman y Willem Dafoe.





miércoles, 20 de noviembre de 2013

Baraka: Cine Urgente y Necesario.

Las grandes experiencias uno se las encuentra, no las busca.  Ellas frotan temerosas de los manantiales de vida, y así fue Baraka.  Llegué a ella porque alguien más lo quiso, y así se hizo, como su significado en español llegó a mí como una bendición de la existencia, de la naturaleza.
Leí sobre la película documental de Ron Fricke, luego verla.  Ahora sé que es del 92,  que se rodó en 26 países y que es una obra maestra de la fotografía.  Para mí, fue una completa sinfonía de fotogramas, uno tras uno en una coreografía de la existencia humana, de la esencia y la permanencia en este mundo.  Para mí no fueron 26 países, fue un solo planeta, sin límites geopolíticos,  que nos acaricia a cada instante y que se niega a morir.
Baraka llegó a mí de unas manos libres,  de unas manos ansiosas y soñadoras.  Llegó  empacada y solitaria sobre un escritorio, tatuada por unas letras rojas “Cine Urgente y Necesario”, sonreí al verlas y ahora me doy cuenta que ante la urgencia me tomé más de veinte años para descubrirla y disfrutarla y ante la necesidad, que era el momento oportuno de apreciar la vida tan desnuda como es, para poder vivirla.

Y es que aunque parezca sonsonete las reflexiones sobre el agua, la tierra, las desigualdades, el hambre, la miseria, Baraka las narra sin palabra alguna logrando tocar el interior de la existencia; su alma en forma de agua, su libertad en los aires, su verdad en los seres y su  en la vida tal cual como es, sencilla plena y placentera, lejos de lo que humanos hemos hecho de ella.
Y es que el hombre en un estado inconsciente y morfinado irrumpe mutilarse con terror, a encerrase en cárceles y bóvedas creadas por él, que apuntan desafiantes como misiles hacia el cielo.  Quizá por eso anda en “si mismado”, perdido, perturbado caminando teniendo claro a  donde ir, pero sin horizonte olvidándose de lo más importante; de vivir.

Así vivimos, si es que así lo podemos llamar, enterrados bajo las  por las raíces del odio contra nosotros mismos, tranquilos bajo la sombrilla indiferente en una tristeza constante, dejando atrás nuestros orígenes y la manera como por miles años solíamos hacernos felices. Ya no lo somos, por eso nos diseñamos miles de felicidades  instantáneas, fugases y engañosas, muriendo a nuestras esperanzas, dejando de vivir con vida.

Fue  placentero vivir Baraka, sentirla y reflexionarla.  Fue necesario vivirla y urgente disfrutarla.

lunes, 4 de noviembre de 2013

El Amante, Jean Jacques Annaud (1991)


Hay películas que son como hacer el amor, siempre hay un sentimiento, pensamiento que nace de ese acto tan elemental y tan profundo para la raza humana. Así es El Amante del director francés Jean Jacques Annaud, un sentir constante y permanente que continua cuando ya han finalizado los créditos y se disuelve en nada el piano de Gabriel Yared.
El Amante es sumergirse en una piel lujuriosa, pecaminosa e inolvidable, o quizá si olvidable porque al recorrer los primeros planos recordé haberla visto en algún momento de mi vida, pero sin duda significa para mi la vivencia de un éxtasis tántrico de principio a fin.


Películas como ésta hay muchas; donde un adulto navega las sendas del amor prohibido con pequeñas que apenas recorren su adolescencia. Cómo olvidar El último Tango en París de Bernardo Bertolucci o Lolita de Adrian Lyne. Sin embargo, El Amante va más allá deslizándose entre el pecado y el amor, entre lo permitido y lo prohibido, entre el bien y el mal, produciendo una incertidumbre y desazón que enamora y que no permite despegarse del film cual espectador voyerista.
Cada detalle, cada plano indecente: los labios, piel lozana, los ojos, permiten deslumbrar la belleza de Jane March quien interpreta a la joven protagonista y que aun siendo una menor de edad logra mostrar una mujer amorosa sin dejar de ser inocente, tímida y abnegada. Ella, que enamora desde la baranda de un barco con su sombrero de hombre sobre el rio Mekong, desafía la cultura machista oriental para imponer lo que quiere y lo que es.

Ese temperamento que enamora, que enternece cualquier tigre hambriento y desolado, y que entristece cuando abandona, logra trasmitirlo aquella jovencita de sólo 15 años que no espera nada y que sólo en su vida desea escribir. Así es este amor, un amor legible entre las letras de Margarite Durás, un amor sincero, autobiográfico que nace de la posguerra y que se reposa en su mayor expresión en un cuarto de soltero en Saigón, una ciudad saturada de gente, de desperdicios, de tráfico y polvo.
Siempre los prejuicios sociales permitirán emitir juzgamientos a un amor entre una joven, blanca, pobre y un chino rico, refinado y adulto.  Aparentemente este amor no es más que el interés de una persona por dinero o simplemente placer.  Para la sociedad no es posible que los sentimientos se apoderen de las personas y saquen lo mejor de ellas. El hombre chino, interpretado por Tony Leung Kar Fai, delicado, impecable, tierno y apasionado, permite comprender la incapacidad del ser humano de seguir sus convicciones a sublevarse a las de una sociedad hipócrita, trasgredida y reprochable.
El Amante te enamora, te seduce y luego te deja, así es la película de Annaud, espero en algún momento de mi vida leer la novela de Margarite Durás y volver a extasiarme en un acto de amor claro, fotogénico, auténtico y mordaz, espero volverlo hacer con esta película en otro momento de vida y mirar si este amor en el que me sumergí lo abandoné al olvido como en una primera oportunidad.

Ver el Amante es como hacer el amor, espero no volverlo a olvidar.